¿Qué decir de la experiencia de intercambio con Dickinson College?. ¿Qué decir de una situación donde se mezclan sentimientos y opiniones intelectuales? Sin duda una experiencia enriquecedora.

En primer lugar, porque el hecho de que estudiantes de otro país, se interesen en investigar Comodoro Rivadavia, me llevó, en el camino de acompañarlos a entrevistas y paseos de observación, a descubrir cosas de mi propia ciudad de las que antes no me había percatado, al mismo tiempo de poder contribuir a mostrar las ricas historias de vida de los inmigrantes que forjaron esta ciudad.

Una vez en Carlisle, las experiencias de aprendizaje personales continuaron aún más allá del salón de clases, ya que aún luego de terminadas éstas, las discusiones y los debates continuaban, ya sea acerca de cuál era la visión de la realidad comodorense que habían captado, o cuál era mi visión de su país. ¿Era la misma visión?. Seguramente no, lo que enriqueció el debate y las conclusiones arribadas.

El contacto durante mi estadía en los Estados Unidos con algunos de los familiares de mis compañeros en el programa Patagonia Mosaic, me hizo sentir orgullosa de representar a mi país, Argentina, ya que todos me preguntaban lo mismo: ¿Qué pasa en tu ciudad que nuestros hijos volvieron tan apegados ella, tan apegados a su gente?. ¿Qué tiene de mágica la Patagonia Argentina?. Sin duda mucho, y cuando se tiene la oportunidad de compartirlo con extranjeros, mucho más.

Es mi deseo que este programa continúe y se amplíe en el tiempo, ya que ambas partes tienen mucho por ofrecer e intercambiar, lo que sin duda fomenta el crecimiento intelectual y personal.

Por último no me queda más que agradecer a quienes hicieron posible este encuentro, los profesores, compañeros y luego amigos de Dickinson College, ya que los lazos formados son para toda la vida. Gracias por todo y esperemos encontrarnos nuevamente. Hasta siempre.

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